En 1727 se produce el Segundo Sitio de Gibraltar, con un importante despliegue de hombres y material. Las hostilidades comienzan en mayo, pero ya el 23 de junio de 1727, De Las Torres, General en Jefe de las tropas destacadas en el Campo de Gibraltar, recibe el correo procedente del Rey en el que se le indica que ha firmado los preliminares de paz, cesando por tanto toda actividad bélica. Se establece un Armisticio mientras se firmase un Tratado definitivo que satisfaciese a ambas partes.
Asedio de Gibraltar de 1727
Don José Casas de Albornoz, Conde de Montemar, había sustituido a De Las Torres al finalizar las hostilidades. Como la escuadra inglesa permanecía en la bahía con tono y acciones intimidatorias, Montemar levanta sobre el terreno en que estaban atrincherados los soldados españoles (aproximadamente en la desaparecida Torre del Molino que se encontraba a mitad del istmo), una línea fortificada que cruzaba todo el istmo, obra que sería tomada como referencia para construir la Línea de Contravalación, germen de la ciudad de La Línea de la Concepción.
La «Torre del Molino» pertenecía a un molino de viento emplazado en los terrenos del istmo. Jugaría un importante papel como puesto avanzado, hasta que en 1782 fue destruido por la artillería británica. Pueden observarse también la posición de las fortificaciones inglesas.
El 3 de diciembre se recibió una carta dictada de acuerdo por todas las naciones, en la que le piden al Secretario de Estado, D. Juan Bautista de Orendain, que se levantase el sitio de Gibraltar y se retiraran las tropas a sus cuarteles, no sin antes allanar todas las trincheras que habían sido hechas durante el asedio en todo el istmo, y que se volviese a los términos del Tratado de Utrecht.
Inglaterra se obstinaba en declarar neutral toda la zona del istmo para proteger su fortaleza. En 1730, en la Real Orden de 2 de noviembre, el gobierno de S.M. comunica al Director de Ingenieros, D. Isidro Prospero de Verboom, la construcción de dos fuertes, uno situado a levante y otro a poniente del istmo, unidos ambos por una línea de fortificación, con el propósito de impedir el tránsito y prevalecer los derechos sobre el istmo, además de hacer patente nuestra presencia en la zona, prohibiendo a los barcos ingleses el atraque fuera del puerto de Gibraltar.
Partiendo de la idea principal de dos núcleos fortificados frente a la roca, se los dota con la solidez necesaria en su diseño y construcción para albergar la artillería con sus sirvientes, proporcionando al mismo tiempo la protección necesaria a las tropas apostadas en el istmo de los bombardeos de la escuadra inglesa, además de poder responder a las baterías inglesas dentro de las limitaciones derivadas de su situación geográfica. Se finalizaría la construcción de esta línea defensiva con todos sus baluartes en 1735.
Plano de La Línea de Contravalación de la Plaza de Gibraltar. Detalles de los fuertes de San Felipe y Santa Bárbara y de la plaza de armas de San Benito
En 1731 se inicia la construcción de los dos grandes fuertes, llamados de Santa Bárbara y San Felipe. El primero recibe este nombre en honor de la Patrona del Arma de Artillería, ubicándose en la playa de levante.
Estaba construido con parapeto de casi 6 metros de altura, con caras de sillería y muralla exterior en forma de banqueta. Los cañones estaban colocados en su ala de levante, mirando hacia el mar. La otra miraba hacia el Sur y Sudoeste, para batir todo el istmo y frente Norte de la zona, teniendo además capacidad para el alojamiento de la tropa. En su construcción, se había tenido en consideración la debida protección del personal e instalaciones, todo ello a prueba de bombas.
El otro fuerte, llamado de San Felipe en honor del Rey, estaba enclavado en la playa de poniente. Su construcción estaba basada en los mismos principios técnicos que el anterior, con la misión de batir el muelle Viejo, la «Lengua del Diablo» (llamada así por la cantidad de cañones emplazados en ella) y a la escuadra inglesa que, como en sitios anteriores, se aproximase por este lado de la bahía, para destruir las baterías y fortificaciones de vanguardia emplazadas en el istmo. Sus características eran similares, aunque un poco más grande que el de Santa Bárbara, terminando en un espigón (macizo saliente construido a la orilla de un río o del mar) que cerraba el paso por la playa.
Para completar el cierre total de acceso al Peñón, se construye una gran Muralla Central con varias plazas de armas en punta de diamante con sus cuerpos de guardia respectivos, discurriendo desde Santa Bárbara a San Felipe. Todos ellos, se encontraban situados a una distancia equidistante, llamados de: Santa Mariana, San Benito, semi-plaza de armas y cuerpo de guardia de San José, San Fernando y San Carlos.
A toda esta formidable y sólida construcción defensiva se la llamó LA LÍNEA DE GIBRALTAR o LÍNEA DE CONTRAVALACIÓN DE LA PLAZA DE GIBRALTAR.
La invasión de la Península Ibérica por las tropas napoleónicas en 1808 da un giro a las relaciones con Inglaterra, convirtiendo a Gibraltar en una importante base en la lucha contra el invasor. Para evitar que fuesen utilizados por los franceses, el 14 de febrero 1810 los dos Fuertes de Santa Bárbara y San Felipe, así como toda la Línea y resto de los fuertes que rodean a la bahía, son demolidos por los ingleses. Habiendo quedado terminadas el día 14 del corriente las minas que se estaban construyendo en los fuertes San Felipe y Santa Bárbara, fueron voladas las mismas de un cañonazo disparado desde la Guarnición, como señal para prender fuego a las cargas explosivas; no cabría esperar mayores efectos dé una explosión, ya que la totalidad de los muros de los acantilados se derrumbaron hasta el nivel de las zanjas y los fuertes quedaron destruidos.
La destrucción de los muros de contención del glacís (explanadas), de los terraplenes de piedra y de los alojamientos de la Guardia de las líneas españolas, así como Fuerte Tonaro (Tunara), en la playa oriental, fue totalmente realizada por oficiales y gentes a sus órdenes, procedentes del arsenal, juntamente con los comerciantes y otros habitantes de la Plaza,
Gibraltar 18 de Febrero de 1810
Parte inglés emitido tras la voladura, reducido por su extensión
Ruinas del Castillo de Santa Bárbara en 1920
Esta carta-informe marcaba el final físico de un Valladar o Línea de Contravalación, construido para neutralizar a los ingleses en su pretendida y ansiada expansión por el istmo.
J.A. Martínez Mateos-Albadalejo
Historiador de Gibraltar y su Campo